FRAY FRANCISCO DE AJOFRÍN (clérigo ajofrinero que se incorporó a la Orden de los Capuchinos en Salamanca en 1740)

Nació en Ajofrín el 20 de mayo de 1719 siendo bautizado en la iglesia parroquial; hijo de Bernardo Castellanos y Aguirre y de Petronila de Lara, siendo su verdadero nombre Bonifacio Castellanos de Lara.

Muy pronto tomó el hábito de capuchino en el convento de Salamanca, el 24 de noviembre de 1740, siendo entonces cuando cambia su nombre de pila por el de fray Francisco de Ajofrín.

Recibió la ordenación sacerdotal en 1747, fue nombrado Vicario del convento de Segovia el 12 de octubre de 1753. Al año siguiente fue nombrado Lector o Profesor de filosofía, residía en el convento del Pardo y permaneció en este lugar hasta 1759, volviéndose al convento de Segovia para dar enseñanza de Teología.

Varios años después, el 9 de julio de 1763 sería designado por el Nuncio en España para ir a México con el objeto de recoger limosnas con destino a la misión del Tibet.

Salió de Madrid el 20 de julio del citado año, embarcó para México el 8 de septiembre arribando a Veracruz (México) el 30 de noviembre  de 1763. Durante 4 años se dedicó a recorrer México realizado la misión encomendada.

Después de esos 4 años volvió a España para comenzar una etapa dedicación a la labor literaria. Fue nombrado Cronista de la Provincia de Castilla en 1768, Superior del convento de San Antonio del Prado en Madrid y archivero, moría el 16 de enero de 1789.

siglos las otras religiosas cuyos restos descansan bajo el enlosado del mismo.